martes, 12 de junio de 2012

El problema eres tú.

Cuando todo falla, cuando la noche sin luna ni estrella está presente las veinticuatro horas del día, cuando tu mapa en sí es un callejón sin salida, cuando hasta la mismísima libertad te abruma, cuando tus seres queridos cambian a desconocidos, cuando huyes hasta de tu persona, cuando miras al frente y por tu cabeza pasa la idea fugaz de que el problema seas tú y no el mundo.

Cuando miras al frente y por tu cabeza pasa la idea fugas de que, probablemente, no sea el mundo quien esté contra ti, sino tú mismo. Los miedos, temores, incertidumbre y dudas tal vez hayan convertido tu mente en un agujero negro que absorbe y destierra al olvido las cosas buenas. Ahora lo gratificante y lo feliz resulta efímero, mientras que los detalles malos y absurdos se van aglomerando hasta formar una cordillera de "peros" que te impide avanzar.

Hasta formar una cordillera de "peros" que te impide disfrutar de El amor que tantas personas te dan, de los pequeños regalos que poco a poco la vida te descubre... seguiría citando esas cosas hermosas, pero la cordillera oculta el resto.

¿Escalar hacia el otro lado? ¿Atravesar la roca? ¿Esperar a que el tiempo erosione la barrera y poder pasar en paz? ¿Seguir mostrando indiferencia esperando que, así, desaparezca? Al menos sé que la soledad no será mi compañera a la hora de cruzar.

martes, 5 de junio de 2012

Cuando menos lo esperas

Llevaba varios días preguntándose qué era aquel parásito que recorría su cabeza, varios días sopesando la posibilidad de que no fuera un parásito sino algo bueno, varios días imaginando que, tal vez y sólo tal vez, aquella sensación podría llegar a ser amor.

Sin embargo, borraba esas ideas con pensamientos como: "Imposible", "Yo ya aprendí la lección", "El amor no existe".

Le miraba con ojos sospechosos mientras en su cabeza repetía "A mi no me la cuelas", "Estoy curada de espanto". Mas nunca hay que olvidar que no se debe decir "De este agua no beberé", pues basta hacerlo para que ocurra y un día te levantes, te mires al espejo y con cara de "Te lo dije" te reprendas a ti misma: "Volviste a caer".

Ahora bien, ella que se creía mujer fuerte debido a las malas experiencias, ella que se pensaba superior a cualquier entrometido que intentase dañarle el corazón, ¿era ella la que ahora soñaba con esa carita de ángel encendida por una mirada desafiante y llena de ilusión? ¿era ella la que nadaba en aquellos lagos azules? Fue ella la que calló en el beso, víctima de un engaño sin mala intención.

El amor llega cuando menos lo esperas, tropiezas en él sin querer, o simplemente se despierta tras años de amistad. En cualquier caso, es un sentimiento duro que no todos saben soportar.